La desnutrición es una condición que resulta de comer una dieta que carece de nutrientes. La desnutrición en los niños es especialmente dañina. El daño al desarrollo físico y cognitivo durante los dos primeros años de vida de un niño es en gran parte irreversible. La desnutrición también conduce a un desempeño escolar deficiente, lo que puede resultar en una futura reducción de los ingresos. Los adultos que sufrieron desnutrición cuando eran niños corren el riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad, la diabetes y problemas cardiovasculares. Los niños que no alcanzan su estatura óptima o experimentan constantemente episodios de pérdida de peso durante la infancia se ven afectados a largo plazo de muchas maneras y acaban con muchas vidas jóvenes en el mundo.
La muerte es el peor resultado de las feas garras de la desnutrición, pero no es el único resultado. Los niños que sobreviven pueden enfrentar efectos secundarios devastadores que duran toda la vida, lo que les impide lograr el éxito en la escuela y buscar un trabajo significativo en la edad adulta.
Las causas de la desnutrición van más allá de la simple falta de alimentos. Incluye muchos factores complicados relacionados con la pobreza, el contexto político, el cambio climático, las prácticas de alimentación, las enfermedades, el agua contaminada y el saneamiento deficiente. Por último, el conflicto ha contribuido a la desnutrición al desestabilizar la comunidad donde vive.